Con especialización en agro-técnica, un nuevo colegio abre camino en Fernández Oro
La creciente demanda educativa generó la creación de una escuela pública de gestión privada por medio de una Asociación Civil.
Fernando Daniel di Tommaso es uno de los propulsores de la idea de fundar un colegio nuevo en la ciudad de General Fernández Oro para que todos los niños de la ciudad puedan ser escolarizados. Además de ser uno de los fundadores del colegio público de gestión privada, Asociación Civil y Educacional Virgen de Lourdes, es el presidente de la misma. El colegio, gestionado en 2017, comenzó a funcionar a inicios del 2019.
- ¿Cómo surgió la idea de fundar la Asociación Civil y Educacional Virgen de Lourdes?
- Ante la necesidad de que la ciudad de Fernández Oro contara con un establecimiento nuevo, que diera cabida a la gran cantidad de chicos que estaban instalándose con sus familias en la ciudad.
- ¿Con qué objetivo se crea el colegio?
- Dar educación a los niños en distintos niveles, con formación de valores y un proyecto social acorde a las necesidades del lugar. Tiene una especialización agro-técnica, que comprende todos los niveles educativos, nivel inicial, nivel primario y nivel secundario. Actualmente está en inicial y primer grado del nivel primario y hay un proyecto para segundo grado.
- ¿Cómo fue que se reunieron todos los integrantes por primera vez? ¿Bajo qué argumento?
- Uno de los miembros del grupo, tenía un nieto que no conseguía un cupo en un jardín. Entonces esta persona, conversando con su nieto le dice que el abuelo le iba a crear una escuela. Charlando sobre el tema con un sacerdote querido por la comunidad, comentó que había otra gente con experiencia en un proyecto parecido y comenzaron a contactar a todos aquellos que tenían conocimientos en educación. Había gente que había trabajado en supervisión, gente que conocía mucho la realidad de Fernández Oro, ex directoras de colegios.
Uno de los integrantes de la Asociación, ya había creado un proyecto de jardín de infantes en la localidad de Junín de los Andes, provincia de Neuquén, que prosperó de manera increíble y quería realizar algo similar en la ciudad. Entonces un día, todos los que fuimos contactados nos reunimos a charlar para ver qué surgía. Entre charlas y charlas, comenzamos a redactar el proyecto institucional. Primero pensamos en crear únicamente el jardín para nivel inicial. Luego nos sugirieron que pensemos en grande, creando el total de un colegio, porque se nos iba a hacer mucho más fácil llevarlo a cabo. Entonces gestamos un proyecto que abarca los tres niveles escolares, con una formación que, si bien tiene nombre religioso y formación de valores, no es un colegio confesional, es decir, no se enseña religión.
Si bien es un colegio público con gestión privada, les otorga a los alumnos la posibilidad de becas. La idea es que sea un colegio abierto a todos los que tengan deseo de estudiar, con el respeto a los criterios y valores que se inculcan ahí.
- ¿Cómo está conformado el equipo de la Institución?
- Existen dos grupos, el primero es la comisión directiva y el segundo es el equipo docente. La comisión directiva tiene un presidente, dos representantes legales, tesoreros, secretario, vocales y vocales suplentes.
Actualmente estamos en la búsqueda de un terreno propio para poder levantar el edificio, pero mientras tanto, estamos gestionando cómo abrir segundo grado, en qué lugar, si hay que volver alquilar otro establecimiento. Paralelamente se va buscando el aporte de padrinos, donaciones para poder contar con recursos de cualquier carácter para poder llevar adelante el proyecto. Esos recursos van desde el alquiler de locales, conteiner, a la promoción de la Institución.
- ¿Cómo llevan a cabo las clases durante la pandemia?
- De eso se encarga más el docente, pero en principio por juegos didácticos, transmitidos por plataformas digitales, como zoom, donde los alumnos se juntan, charlan, intentando poder sostener el vínculo social. A su vez, se muestran realizando actividades, como jugar, haciendo tareas, sembrando, regando con el objetivo de fomentar la identidad y tratando de que no se pierda el vínculo social que se formó en los primeros días de clase.
- ¿Cómo fue que un abogado se involucró en la fundación de una nueva institución escolar?
- Al buscar gente con experiencia dentro del ámbito escolar, me tuvieron en cuenta por trabajar varios años dentro del colegio Instituto Nuestra Señora de Fátima, en el periodo 2001–2008, dando clases de instrucción cívica.